Diversas organizaciones políticas, colectivos sociales y residentes extranjeros en Perú han levantado su voz para condenar lo que consideran un intento de intervención colonialista de Estados Unidos contra Venezuela. La reciente movilización…
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Venezuela activa «defensa total» ante amenaza de invasión de EE.UU.
Lima, 13 de noviembre de 2025 – Venezuela ha activado una «defensa total» con el despliegue de 200.000 efectivos militares en respuesta a la creciente presencia de fuerzas estadounidenses en el mar Caribe. Bajo el Plan Independencia 200, anunciado el 11 de noviembre, Caracas puso en máxima alerta a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), incluyendo medios terrestres, aéreos, navales y sistemas de defensa rusos S-300, para proteger su soberanía frente a lo que Nicolás Maduro califica como «la mayor amenaza en 100 años».
La escalada comenzó en septiembre de 2025, cuando la administración de Donald Trump intensificó su presencia militar, justificándola como una operación antinarcóticos contra cárteles como el Tren de Aragua. La llegada del portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford, escoltado por destructores y con 15.000-16.000 efectivos, marca el mayor despliegue estadounidense en el Caribe en 35 años. Washington reporta haber destruido 20 botes y causado 76 muertes, acciones que Venezuela denuncia como «ataques extrajudiciales» que violan la soberanía regional.
Maduro ha preparado una «república en armas», movilizando millones de milicianos y planificando una resistencia guerrillera en caso de invasión, mientras expertos advierten que la superioridad tecnológica de EE.UU. contrasta con la ventaja geográfica venezolana para una guerra asimétrica. La tensión ha generado preocupación global, con la ONU y la OEA llamando a la desescalada diplomática. La postura beligerante de Washington debe priorizar el diálogo multilateral para evitar un conflicto que agravaría la crisis humanitaria venezolana, ya golpeada por una economía contraída un 70% y migración masiva.
Organizaciones sociales peruanas han convocado marchas en Lima para repudiar la intervención estadounidense, exigiendo soluciones regionales sí realmente se trata de la lucha contra el narcotráfico sin recurrir a la fuerza. La ausencia de un pronunciamiento del gobierno peruano contrasta con las condenas enérgicas de países como Honduras, Cuba, México y Colombia, que han calificado el despliegue como una «amenaza de intervención» extranjera que debe ser rechazada por todo latinoamericano.