El presidente argentino, Javier Milei, fue evacuado de un acto de campaña en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, tras ser atacado con piedras y botellas por manifestantes opositores. El incidente…
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Milei respalda al genocida Benjamín Netanyahu
El presidente argentino, Javier Milei, se reunió el 25 de septiembre de 2025 en Nueva York con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en un encuentro que desató indignación en amplios sectores de la sociedad argentina. Durante los 45 minutos de charla, Milei expresó su apoyo incondicional a Israel, criticó el «sesgo antiisraelí» en la ONU y abogó por la liberación de rehenes argentinos en manos de Hamás, mientras posaba sonriente para una foto que se viralizó. La reunión, enmarcada en la Asamblea General de la ONU, ocurre en un contexto donde la Corte Penal Internacional acusa a Netanyahu de crímenes de guerra por la ofensiva en Gaza, que ha dejado más de 66.000 palestinos muertos, incluyendo cerca de 20.000 niños, según el Ministerio de Salud de Gaza.
La imagen de Milei junto a Netanyahu generó una ola de repudio en Argentina, con hashtags como #MileiGenocida y #PalestinaLibre trending en X, sumando miles de publicaciones. Organizaciones sociales, sindicatos y universidades como la UNSAM han convocado protestas, argumentando que esta postura no representa al pueblo argentino, históricamente solidario con causas humanitarias. Mientras Milei defiende su alineación con Israel como una lucha contra el terrorismo, críticos lo acusan de ignorar el sufrimiento de civiles palestinos bajo un bloqueo que ha causado hambruna y colapso humanitario.
El encuentro refuerza la polarización en Argentina sobre la política exterior de Milei, quien ha visitado Israel dos veces desde su asunción y rechazado la orden de arresto de la CPI contra Netanyahu. Mientras el gobierno argentino insiste en fortalecer lazos económicos y de seguridad con Israel, el clamor popular exige justicia y un alto al fuego. La frase «no somos complicidad, no somos indiferencia» resuena en las calles, reflejando el rechazo de muchos argentinos a avalar lo que califican como un genocidio.