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Ambiente
Comunidad campesina de Huaripampa en paro indefinido contra Antamina por usurpación de sus tierras
La comunidad campesina de Huaripampa, en el distrito de San Marcos, Huaraz, Áncash, mantiene un paro indefinido contra la empresa minera Antamina, denunciando la usurpación de 184 hectáreas de sus tierras ancestrales. Reconocida bajo la Ley de Comunidades Campesinas de 1973, la comunidad acusa a la compañía de dañar ríos, arroyos y pastizales esenciales para su subsistencia, exigiendo una compensación justa y el cumplimiento de acuerdos previos. Desde el 15 de agosto de 2025, los comuneros ocuparon la zona de Huacacocha, cerca del relave de Antamina, intensificando el conflicto y rechazando propuestas económicas que consideran insuficientes.
El 23 de agosto, la protesta escaló con violentos enfrentamientos tras la intervención de la Policía, respaldada por Antamina, para desalojar el área. Los comuneros denuncian represión policial, uso de gases lacrimógenos y la quema de sus refugios y pertenencias, acusando a las autoridades de intentar criminalizar su lucha. El saldo incluye varios heridos, cinco detenidos y la destrucción de maquinaria pesada valorada en más de 20 millones de soles, además de incendios forestales en la zona que han generado alarma ambiental. La comunidad, liderada por figuras como Duberli Pintado, insiste en la defensa de sus derechos territoriales y acusa a Antamina de emplear táticas de división.
Antamina, por su parte, asegura tener la propiedad legal de las tierras desde 1998, respaldada por acuerdos documentados con Huaripampa, y califica la ocupación como ilegal, argumentando riesgos de seguridad cerca del relave. La empresa propone un diálogo para el 28 de agosto en Huaraz, destacando una relación de 25 años de inversión social en la comunidad. Sin embargo, los comuneros exigen el reconocimiento de sus derechos y una compensación adecuada, prometiendo continuar la protesta hasta lograr justicia. La Defensoría del Pueblo y autoridades locales buscan mediar en el conflicto, mientras la tensión persiste en la región.