El 12 de abril de 2025, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) cerró el plazo de inscripción en el Registro de Organizaciones Políticas (ROP), habilitando a 43 partidos políticos para competir en…
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¿Cuál es el futuro de la izquierda en las elecciones generales 2026?
A menos de cinco meses de las elecciones generales del 12 de abril de 2026, la llamada izquierda peruana enfrenta un panorama complejo para competir con éxito en la primera vuelta. Con 43 partidos inscritos ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), solo tres agrupaciones del espectro progresista y/o izquierda destacan por su presencia nacional: Juntos por el Perú, Perú Libre y la alianza Venceremos. Sin embargo, la fragmentación, los liderazgos cuestionados por sus ambigüedades y los procesos judiciales limitan su potencial de crecimiento electoral.
En un escenario marcado por la crisis política y social post-Dina Boluarte y un Ejecutivo encabezado por José Jerí, enfocado en la llamada “guerra contra la delincuencia”, la derecha mantiene una posición dominante: Rafael López Aliaga (10%) y Keiko Fujimori (8%) encabezan las preferencias, según Ipsos (octubre 2025). En conjunto, aparentemente las opciones progresistas y de izquierda no superan el 15% de intención de voto, reflejando una pérdida de influencia en amplios sectores urbanos y de clase media, por falta de la unidad bajo un liderazgo claro, principalmente.
Perú Libre, liderado por Vladimir Cerrón, mantiene una base electoral andina cercana al 2%, con un discurso antisistema que conserva arraigo en el sur y centro del país. Pero Cerrón, inscrito como precandidato presidencial este 31 de octubre, afronta una orden de captura por lavado de activos y su asociación con el régimen de Dina Boluarte, debilita su candidatura. Además, la imagen de Cerrón y del partido se han deteriorado tras acusaciones de pactar con Fuerza Popular y sus aliados del Congreso y el Ejecutivo durante el periodo 2021-2025 (gobierno de Dina Boluarte), con un rechazo contundente de más del 65%. Si la audiencia judicial del 26 de noviembre concluye con su inhabilitación, su reemplazo probable Flavio Cruz, limitará aún más el desempeño del partido, que aspiraría sólo pasar la valla con algunos escaños en el nuevo Congreso bicameral.
Por su parte, la alianza Venceremos, con Ronald Atencio como precandidato tras la condena de Guillermo Bermejo por afiliación al terrorismo y el retiro voluntario de Verónica Mendoza, busca posicionarse con un discurso democrático y ecologista. Sin embargo, la campaña enfrenta el peso del “terruqueo” de la derecha y de la “caviarada” de la izquierda. Atencio y la alianza Venceremos son desconocidos y contaría con un mínimo respaldo en Lima. Por lo que, la plaza del centro o de la social democracia podría optar por respaldar a Juntos por el Perú al filo de la primera vuelta o centrar su estrategia a superar únicamente la valla y representación congresal mínima, pero es casi nula la posibilidad así como están planteadas las cosas.
Finalmente, Juntos por el Perú (JP), encabezado por Roberto Sánchez junto a Analí Márquez y Brígida Curo, lidera hoy el espacio progresista con un enfoque popular que alcanza entre 6% y 8% de intención de voto. Su eventual alianza con Antauro Humala y Pedro Castillo que postularían al Senado, así como la presencia de figuras del campo popular como la congresista Margot Palacios (Ayacucho) y Wilber Aduviri (Puno) al parlamento, refuerza su posicionamiento anti-establishment, con discursos de justicia social, soberanía nacional y cambio constitucional. Por lo que, JP podría acercarse al 10% – 15%, aunque su ingreso a la segunda vuelta dependerá tanto de errores de la derecha como de su capacidad para capitalizar el 38% de electores indecisos o disconformes.
En ese sentido, la izquierda peruana llega a las elecciones del 2026 sin un liderazgo nacional claro ni una estrategia unificadora. Juntos por el Perú aparece como la fuerza con mejores perspectivas, aunque todavía distante de la segunda vuelva. Las primarias del 30 de noviembre y 7 de diciembre serán decisivas para definir planchas presidenciales y listas parlamentarias en general, así como para medir la posibilidad real de convergencia entre las distintas corrientes progresistas y de izquierda. Por ahora, el escenario más probable es que la izquierda obtenga entre 15 y 20 escaños en el nuevo Congreso, mientras la segunda vuelta se percibe como una disputa entre las derechas.