En Ayacucho y otras regiones del Perú, la sobreproducción de papa ha generado una crisis económica que afecta gravemente a miles de familias agrícolas. Variedades como Yungay y Canchan se acumulan en…
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Crisis agrícola en el norte del Perú: sobreproducción de mango expone ineficiencias del sector y desata protestas
El norte del Perú enfrenta una grave crisis agrícola debido a la sobreproducción de mango, que ha provocado el desplome de los precios y ha dejado a miles de agricultores en una situación crítica. Las regiones de Piura, Lambayeque y Áncash, que concentran el 95% de la producción nacional de esta fruta, son las más afectadas. El precio del kilo de mango ha caído hasta S/0,20, un valor que no cubre los costos de producción y que ha llevado a los agricultores a tomar medidas desesperadas, como enterrar toneladas de fruta o preparar protestas masivas.
El colapso de los precios y la desesperación de los agricultores
En Lambayeque, más de 5 mil agricultores del distrito de Motupe han denunciado que las empresas exportadoras ofrecen solo S/0,10 por kilo de mango, un precio que consideran abusivo e insostenible. Daniel Enríquez, representante de los agricultores, explicó que las empresas están pagando S/6 por 20 kilos de mango para exportación, lo que ha generado indignación y rechazo. Ante esta situación, los productores han anunciado una protesta masiva en la que lanzarán 100 toneladas de mango sobre la Panamericana Norte, como medida de presión para exigir apoyo del gobierno.
La crisis no solo afecta a los pequeños agricultores, sino también a las empresas de transporte logístico y a los grandes agroexportadores. Según Edgar Vásquez, director del Centro de Investigación de Economía y Negocios (CIEN) de la Asociación de Exportadores (Adex), alrededor del 70% de la producción de mango se destina a la exportación, mientras que el 30% se comercializa en el mercado local. Sin embargo, la sobreproducción y los problemas logísticos han complicado la venta tanto a nivel nacional como internacional.
Factores detrás de la sobreproducción
Vásquez atribuyó el exceso de oferta a una combinación de factores climáticos y logísticos. En 2024, una sequía en Piura obligó a los agricultores a retrasar sus cosechas, mientras que en Áncash las condiciones climáticas llevaron a los productores a adelantar sus cultivos. Como resultado, las cosechas de las tres regiones (Piura, Lambayeque y Áncash) coincidieron en el mismo período, saturando el mercado.
Además, los problemas en el puerto del Callao agravaron la situación. Oleajes anómalos obligaron al cierre temporal de los terminales, lo que generó una escasez de contenedores para la exportación. Esta crisis coincidió con la temporada pico de exportación de arándanos y uvas, cultivos que acapararon la mayoría de los contenedores disponibles, dejando al mango en una situación de desventaja.
Falta de planificación y respuestas insuficientes del gobierno
La crisis ha puesto en evidencia la falta de planificación y las deficiencias del sector agrícola peruano. A pesar de que el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), liderado por Ángel Manero, anunció un conjunto de iniciativas para abordar la situación, los agricultores consideran que las medidas son insuficientes y llegan demasiado tarde.
Los productores exigen una intervención más efectiva del gobierno, que incluya la implementación de políticas de regulación de precios, apoyo logístico para la exportación y programas de diversificación agrícola para evitar la dependencia de un solo cultivo. También reclaman una mayor inversión en infraestructura y tecnología para mejorar la competitividad del sector.
Impacto económico y social
La caída de los precios del mango no solo afecta a los agricultores, sino también a la economía regional. En Piura, Lambayeque y Áncash, miles de familias dependen de este cultivo para su sustento. La crisis ha generado pérdidas millonarias y ha aumentado el descontento social, con protestas que podrían intensificarse en las próximas semanas si no se encuentran soluciones concretas.
Mientras tanto, los agricultores continúan buscando alternativas para evitar que su fruta se pierda. Algunos han optado por donar mangos a comedores populares y organizaciones benéficas, mientras que otros han comenzado a explorar opciones de procesamiento, como la elaboración de pulpas y jugos, para agregar valor a su producción.
La crisis del mango en el norte del Perú es un recordatorio de los desafíos que enfrenta el sector agrícola en el país. La falta de planificación, la vulnerabilidad ante los fenómenos climáticos y la insuficiente intervención del gobierno han dejado a los agricultores en una situación crítica. Si no se toman medidas urgentes, esta crisis podría repetirse en futuras temporadas, afectando no solo al mango, sino también a otros cultivos clave para la economía peruana como el limón que pasa por un similar momento.