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Inacción del Gobierno Peruano Frente a los Incendios Forestales y de Fauna Silvestre
Perú enfrenta una devastadora emergencia ambiental, donde incendios forestales sin control han arrasado más de 1.495 hectáreas de cultivos y afectado 1.264 hectáreas adicionales. Según el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), se han registrado 10 muertos, 96 heridos y más de 1.800 damnificados a raíz de estos incendios que avanzan con fuerza en 14 regiones del país, entre ellas Amazonas, Áncash, Cusco y Madre de Dios.
A la destrucción de la biodiversidad en la sierra y la selva peruana se suman las amenazas a las comunidades indígenas y a sus territorios donde habitan desde tiempos ancestrales. La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) ha alzado su voz de alerta, advirtiendo que el fuego no solo está dañando la selva y las culturas nativas, sino que también abre las puertas a actividades ilícitas como la minería ilegal, tráfico de manera y el narcotráfico.
El impacto ambiental es devastador. Según el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), entre el 14 y 15 de septiembre se registraron 91 incendios forestales en todo el país. El fuego no solo consume los ecosistemas, sino también el patrimonio cultural de la nación. En Luya, Amazonas, se han perdido dos sarcófagos preincaicos, y las llamas continúan amenazando otros restos arqueológicos de valor incalculable.
Mientras tanto, la respuesta del gobierno central ha sido duramente criticada. A pesar de la magnitud de la crisis, las acciones para controlar el fuego han sido nulas hasta el momento. El gobierno dictatorial de Dina Boluarte está empeñado en la exequias del extinto dictador Alberto Fujimori. En regiones como Tarapoto, en San Martín, los habitantes se ven forzados a combatir las llamas con escasos recursos y sin el apoyo necesario. Werlin Ríos, un ciudadano de la zona, expresó su frustración: «Estamos desamparados, solo hemos recibido una brigada del gobierno regional, pero esto debería ser atendido por el Gobierno central«.
La falta de respuesta oficial del gobierno de Dina Boluarte ha motivado protestas en todo el país. En Lima, cientos de jóvenes se autoconvocaron para exigir a la presidenta en funciones que declare en emergencia y tome medidas concretas para frenar los incendios. Lo mismo ocurrió en Cusco, donde manifestantes marcharon con pancartas que decían “¡Despierta Gobierno!” y “Los incendios nos están matando”. La indignación crece mientras el fuego avanza, destruyendo selvas, cultivos y vidas.
A la crítica creciente de la población, se ha sumado voces críticas conocidas como de la congresista Margot Palacios Huamán, quien en sus redes sociales publicó serias críticas al silencio y omisión del Ejecutivo ante un problema de esta magnitud, además de exigir la declaratoria de estado de emergencia con recursos suficientes para la respuesta oportuna y atención de las poblaciones de las zonas afectadas, demandó la sanción a los funcionarios responsables para establecer responsabilidad penales.
En medio de este panorama, la inacción del gobierno frente a una catástrofe de tal magnitud ha generado dudas sobre su capacidad para enfrentar las crisis ambientales. La expansión de las economías ilícitas, la pérdida de biodiversidad y el daño a las comunidades campesinas, nativas y pueblos indígenas son consecuencias tangibles de esta tragedia que requiere una acción urgente, coordinada y decidida.
Fuente: Webs y redes de noticias