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Lima desaprueba a López Aliaga: Una gestión marcada por promesas rotas y desconexión ciudadana

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Lima – La gestión del alcalde Rafael López Aliaga enfrenta un nuevo revés: solo el 40% de los limeños aprueba su labor, mientras que un contundente 57% la desaprueba, según la reciente encuesta de Datum publicada por El Comercio. Estos números no solo reflejan el creciente descontento ciudadano, sino que evidencian una administración que parece navegar en contra de los intereses y necesidades de la mayoría de la capital.

Desde su campaña, López Aliaga prometió transformar Lima en «potencia mundial» con proyectos ambiciosos como la entrega de 10 mil motos para reforzar la seguridad ciudadana, agua para todos y ciudad moderna. Sin embargo, a más de dos años de gestión, estas promesas se han diluido en un mar de excusas y críticas. La inseguridad, uno de los principales problemas de los limeños —con un alarmante 94% que se siente vulnerable según encuestas previas—, sigue sin respuesta efectiva.

La inseguridad es uno de los grandes problemas no resueltos por el alcalde Rafael López Aliaga de Renovación Popular

En lugar de soluciones concretas, la ciudadanía ha visto iniciativas cuestionadas, como la propuesta de una playa artificial en San Juan de Lurigancho, que muchos consideran un despilfarro frente a necesidades urgentes como el transporte público o la infraestructura básica, porque no cumplen los objetivos de dar acceso al mar y recreación a los ciudadanos de la capital peruana.

El descontento no se limita a la falta de resultados. Las posturas del burgomaestre han generado una percepción de desconexión con los intereses de la mayoría. Sus declaraciones polarizantes sobre quienes protestan contra la mandataria Dina Boluarte y su enfoque en proyectos de dudosa prioridad contrastan con las demandas de una ciudad que clama por seguridad, orden y servicios básicos. Analistas coinciden en que López Aliaga ha priorizado una agenda política personal por encima del bienestar colectivo, lo que ha erosionado su credibilidad incluso entre quienes inicialmente lo apoyaron.

Según la encuestadora Datum solamente el 40% de limeños aprobaría su gestión municipal

Mientras Lima enfrenta retos históricos como el caos vehicular, la informalidad y la vulnerabilidad ante desastres naturales, la gestión municipal parece estancada en promesas vacías y gestos mediáticos un tanto burdos. La desaprobación ciudadana no es solo un número: es un grito de una ciudad que exige liderazgo, empatía y acción.

López Aliaga aún tiene tiempo para rectificar, pero el reloj avanza y la paciencia de los limeños se agota. Sí no hay cambios sustanciales en su gestión municipal, la población podrá castigarle en las elecciones generales del 2026, porque todo parece que igual postulará a la presidencia de la República de Perú, liderando su partido Renovación Popular, con apoyo de sectores empresariales dudosos y discursos populistas a la que ya los tiene acostumbrados.

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