La Policía Nacional indicó que los sujetos pertenecerían a la organización criminal 'Los Parqueros de Vicus'. Ellos iban a ser trasladados a Huamachuco.
Economía
Represión policial en Lima: Un patrón de abuso y omisión de violencia revelado
La reciente revelación de los registros de geolocalización y audios de las radios policiales ha evidenciado un patrón de actuación que exponen la falta de control y el uso desproporcionado de la fuerza por parte de la Policía Nacional del Perú (PNP) durante las protestas del 24 y 28 de enero de 2023. Este hallazgo no solo revela la cadena de mando que operó en esas fechas, sino también la ausencia de órdenes que evitaran una escalada violenta, resultando en la muerte de Víctor Santisteban Yacsavilca.
Fallo en el control policial
Las comunicaciones interceptadas revelan que los jefes policiales más cercanos a la escena de los hechos —el capitán PNP Gianfranco Tolentino Farfán y el brigadier PNP Luis Inga Cerrón— tenían contacto visual directo con los incidentes. A pesar de esto, no hubo una intervención para frenar el uso excesivo de la fuerza. El informe del Ministerio Público concluye que esta omisión constituye un grave incumplimiento del deber, fortaleciendo la hipótesis de homicidio por omisión.
Uso indebido de la fuerza letal
El análisis de las radios confirmó que un agente disparó directamente una bomba lacrimógena contra Santisteban Yacsavilca en un ángulo indebido, una práctica que contraviene los protocolos internacionales para el control de disturbios. Además, se evidencia que el subgrupo Bravo del Grupo de Intervenciones Rápidas (GIR), bajo el mando del capitán Tolentino Farfán, avanzó sin coordinación ni medidas preventivas, lo que resultó en una tragedia evitable.
Encubrimiento y resistencia policial
Resulta alarmante que la existencia de registros de geolocalización y audio se mantuviera oculta hasta que el suboficial Ignacio Talledo Alcas reveló su existencia. Este intento de encubrimiento refleja una estructura que privilegia la protección institucional por encima de la rendición de cuentas. Además, la negativa de varios policías a brindar declaraciones y su aparente seguridad en la impunidad refuerzan la percepción de un sistema que tolera el abuso.
El sistema de radios Hytera, utilizado por la PNP, cuenta con GPS y grabación integrada, herramientas que podrían haber facilitado un control más eficiente de los operativos. Sin embargo, su uso fue limitado a aspectos tácticos, dejando de lado su potencial como herramienta de fiscalización y control del abuso policial.
El caso de la violenta represión en Lima expone la necesidad urgente de reformar los protocolos de intervención policial, garantizar la rendición de cuentas y reforzar la supervisión del uso de tecnologías como las radios Hytera. La falta de claras órdenes para evitar el uso excesivo de la fuerza revela una preocupante permisividad frente a las violaciones de derechos humanos. El Estado peruano y el Poder Judicial, enfrenta el reto de erradicar estos patrones y castigar a los culpables, para garantizar el derecho ciudadano a la protesta y prevenir futuras tragedias.