El Ministerio de Educación del Perú ha revelado que el 1 de marzo se dará inicio el Año Escolar 2024, fecha en la que millones de estudiantes empezarán sus clases. ¿Qué más…
Educación
Inicio del año escolar 2025 en Perú: Infraestructura en crisis, niños sin clases y una fachada millonaria del Estado
Este lunes marcó el inicio oficial del año escolar en Perú, pero detrás de las campañas publicitarias del gobierno, que han inundado los medios con un costo estimado en millones de soles para proyectar una imagen de preparación y optimismo, la realidad educativa dista mucho de ser alentadora. Miles de niños en edad escolar enfrentan un panorama de aulas en ruinas, falta de docentes, acceso limitado a internet y la exclusión de quienes ni siquiera podrán pisar un salón este año.
\La infraestructura educativa sigue siendo una deuda histórica. Según estimaciones del Ministerio de Educación (Minedu), la brecha para construir, mantener y equipar colegios supera los 158 mil millones de soles, con más del 60% de las escuelas rurales en condiciones críticas. Techos a punto de colapsar, aulas sin mobiliario y servicios básicos como agua y electricidad ausentes son el día a día en regiones como Cajamarca, Loreto y Puno, donde la inversión estatal no ha logrado cerrar las profundas desigualdades. Solo en Lima, decenas de colegios emblemáticos operan con estructuras temporales que no resistirían un sismo de magnitud.
A esto se suma la alarmante cifra de niños que no podrán estudiar este 2025. Aunque el Minedu no ha publicado datos oficiales actualizados, expertos calculan que más de 100 mil menores en edad escolar, especialmente en zonas rurales y periurbanas, quedarán fuera del sistema por falta de acceso a instituciones cercanas, deserción postpandemia y la precariedad económica de sus familias. Organizaciones como Unicef han advertido que esta exclusión perpetúa un círculo de pobreza que el Estado parece incapaz de romper.
El acceso a internet, clave en una educación moderna, es otro lujo inalcanzable para miles de estudiantes. En un país donde menos del 20% de los colegios rurales cuenta con conectividad estable, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la brecha digital agrava las desigualdades. Mientras el gobierno anuncia planes de digitalización, la realidad es que muchos alumnos dependen de datos móviles compartidos o simplemente quedan al margen de las clases virtuales, un recurso que aún se usa en zonas alejadas.
El déficit de docentes completa el cuadro de precariedad. A pesar de los concursos de nombramiento, regiones como Amazonas, Huancavelica y Ucayali reportan aulas vacías por falta de profesores capacitados. En algunos casos, un solo maestro atiende varios grados en escuelas multigrado, mientras que en áreas urbanas persisten plazas sin cubrir. La Contraloría ha señalado que esta carencia, junto a la falta de formación continua, compromete la calidad educativa que reciben más de 6 millones de estudiantes en colegios públicos.
Frente a este escenario, el gobierno ha optado por una estrategia de imagen: una millonaria campaña publicitaria que exalta supuestos avances en el sector. Spots en televisión, radios y redes sociales repiten el mensaje de un sistema educativo «listo para el futuro», pero las voces de padres, docentes y alumnos desmienten esta narrativa. «Nos venden un cuento mientras nuestros hijos estudian entre escombros», denunció María Quispe, madre de familia en Huancayo.
A medida que el año escolar arranca, la pregunta persiste: ¿hasta cuándo la publicidad estatal seguirá maquillando una crisis que afecta el presente y el futuro de millones de niños peruanos? Sin respuestas concretas ni planes efectivos, el 2025 comienza con más promesas que soluciones.