Gobernadores regionales exigen salida de ministros cuestionados del gobierno de Dina Boluarte

El gabinete de Dina Boluarte enfrenta serios cuestionamientos por parte de los gobernadores regionales, quienes demandan la remoción de José Arista (Economía y Finanzas), Julio Demartini (Desarrollo e Inclusión Social), Gustavo Adrianzén (Justicia y Derechos Humanos) y Ángel Manero (Desarrollo Agrario y Riego).

Según el presidente de la Asamblea Nacional de Gobernadores Regionales (ANGR), Koki Noriega, estos ministros han mostrado incapacidad, falta de diálogo y, en algunos casos, están involucrados en presuntos actos de corrupción.

José Arista de la cartera de Economía y Finanzas (MEF), ha sido señalado por incumplir compromisos de financiamiento para proyectos como el Alto Piura y el reservorio Poechos, generando malestar en regiones como Piura, donde el gobernador Luis Neyra lo acusa de bloquear el diálogo al priorizar a funcionarios antiguos. Arista, además, enfrenta críticas por el incremento de la pobreza y la crisis en Petroperú, que le han valido dos mociones de interpelación en el Congreso.

Por su parte, Julio Demartini enfrenta un escándalo de corrupción relacionado con Qali Warma, que también involucra a Dina Boluarte y su vocero Fredy Hinojosa. Noriega ha instado al ministro del Desarrollo e Inclusión Social (Midis) a renunciar, calificando su continuidad como una falta de decencia política.

Gustavo Adrianzén, ministro de Justicia y Derechos Humanos (MINJUSDH), ha sido criticado por su desconexión con las regiones, siendo calificado como una autoridad “distante” por los gobernadores de Tumbes, Tacna y Moquegua.

En el caso de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), liderado por Ángel Manero, la falta de avances en proyectos clave para la seguridad hídrica y alimentaria ha generado pedidos para su reemplazo.

Los gobernadores han intensificado su presión sobre Boluarte, quien estaría evaluando cambios en al menos cuatro ministerios. Sin embargo, persisten dudas sobre si estas medidas podrán resolver las demandas históricas de las regiones o si solo serán un intento de calmar las críticas. La presidenta enfrenta el desafío de demostrar liderazgo frente a un gabinete desgastado y un país que exige resultados inmediatos.