Óscar Acuña prófugo tras megaoperativo por corrupción en Qali Warma con conservas adulteradas

Lima, 19 de noviembre de 2025. – La Policía Nacional y el Ministerio Público ejecutaron esta madrugada un megaoperativo en Lima, La Libertad y Áncash que dejó tres detenidos y al exdirigente de Alianza para el Progreso (APP) Óscar Acuña Peralta, hermano del líder del partido y excandidato presidencial César Acuña, en calidad de no habido. El Trigésimo Juzgado de Investigación Preparatoria de Lima ordenó su detención preliminar por diez días, acusado de tráfico de influencias y cohecho en el marco del caso “Los fríos del hambre”, que investiga una presunta red criminal que adjudicó contratos millonarios del programa Qali Warma a la empresa Frigoinca S.A.C. pese a reiteradas sanciones por entregar conservas adulteradas, algunas con carne de caballo y desperdicios, a escuelas públicas.

Los detenidos son Aníbal Manuel Morillo Arqueros, exgerente de Salud de La Libertad y hombre de confianza de César Acuña durante su gestión regional; Jorge Luis Silva, funcionario del Gobierno Regional de La Libertad; y Luis Álvarez, exresponsable de Qali Warma en Áncash. Según la fiscalía, Óscar Acuña habría recibido S/ 77,000 en tres pagos disfrazados de préstamos entre septiembre y diciembre de 2023 a cambio de gestionar contactos con funcionarios para flexibilizar fiscalizaciones sanitarias. Durante los allanamientos se intervino la vivienda del prófugo en Trujillo, la sede nacional de APP y se incautaron más de 27,000 cajas de conserva destinadas a niños en situación de pobreza.

Alianza para el Progreso emitió un comunicado en el que asegura colaborar plenamente con la investigación y deslinda responsabilidad institucional. César Acuña, fundador y líder máximo del partido, no se ha pronunciado públicamente sobre la situación de su hermano hasta el cierre de esta edición. La Fiscalía continúa la búsqueda intensiva de Óscar Acuña Peralta y otro implicado prófugo, mientras prepara la solicitud de prisión preventiva para los detenidos. El caso expone una vez más las graves deficiencias en los controles del programa social que alimenta diariamente a más de cuatro millones de escolares peruanos.