El 12 de abril de 2025, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) cerró el plazo de inscripción en el Registro de Organizaciones Políticas (ROP), habilitando a 43 partidos políticos para competir en…
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Juntos por el Perú avanza en la construcción de una amplia coalición de izquierda socialista para las elecciones de 2026
Lima, 3 de julio de 2025 – El partido Juntos por el Perú (JPP), liderado por Roberto Sánchez, está consolidando un frente amplio de izquierda socialista con miras a las elecciones generales de 2026, articulando a movimientos populares, sectores castillistas y organizaciones políticas afines. Este esfuerzo, impulsado desde el liderazgo del expresidente Pedro Castillo, busca unificar a la izquierda peruana bajo una agenda que incluye una nueva constitución plurinacional, justicia social y soberanía sobre los recursos naturales.
Un liderazgo desde Barbadillo
Pedro Castillo, actualmente en prisión tras su destitución en diciembre de 2022, se mantiene como una figura central de la coalición. Desde el penal de Barbadillo, ha sostenido reuniones clave con congresistas como Roberto Sánchez, Margot Palacios, Víctor Cutipa, Jaime Quito y Elías Varas, quienes han reforzado su compromiso con la unidad de izquierda. Según Cutipa, Castillo podría postular al Senado o a la Cámara de Diputados, decisión que tomará el Comité Ejecutivo Nacional de JPP, aunque su situación legal por el juicio por rebelión podría limitar su participación.
Posible incorporación de Antauro Humala
Un giro significativo en las negociaciones es la posible incorporación de Antauro Humala, líder del movimiento etnocacerista. Aunque JPP desmintió en junio de 2025 una alianza formal con Humala, fuentes indican que su integración es cada vez más probable. La anulación de la inscripción de su agrupación A.N.T.A.U.R.O. por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) lo ha llevado a buscar un vehículo electoral a través de JPP, posiblemente como candidato al Senado. Sin embargo, su discurso radical genera tensiones con sectores progresistas más moderados.
Nuevos aliados en la coalición
La coalición también ha sumado apoyos recientes. Unidad Popular, liderado por el expresidente de la Corte Suprema Duberlí Rodríguez, ha iniciado conversaciones para unirse al frente, luego de lograr su inscripción en el Registro de Organizaciones Políticas (ROP).
Otras figuras relevantes incluyen al ex primer ministro Aníbal Torres, cuya participación está limitada por su juicio por rebelión y la no inscripción de su partido Adelante Pueblo Unido (APU). Por su parte, el exgobernador de Puno Walter Aduviri y el exparlamentario Virgilio Acuña también han sido mencionados como posibles aliados, aunque su rol en la coalición aún no está definido.
Perú Libre y Nuevo Perú fueron habrían sido descartados de plano, el primero por su alianza con Dina Boluarte en el Ejecutivo y Keiko Fujimori en el Congreso; y el segundo, por su posición social demócrata conocida y apoyo al golpe de estado contra Pedro Castillo.
Desafíos para la unidad
A pesar del entusiasmo, la coalición enfrenta obstáculos significativos. La izquierda peruana sigue fragmentada, y la exclusión de partidos como APU y la posible incorporación de figuras controversiales como Humala podrían alejar a sectores moderados. Además, la judicialización de líderes como Castillo y Torres, junto con la competencia de 43 partidos inscritos para 2026, plantea un escenario complejo. La no inscripción de nuevos movimientos en el ROP, tras el cierre del registro, limita las opciones de algunos aliados potenciales.
Una agenda socialista y popular
JPP apuesta por un programa que resuene con sectores populares, ronderos y comuneros, promoviendo una asamblea constituyente, la defensa de los derechos pluriétnicos y reformas estructurales contra el modelo neoliberal. “Estamos construyendo la más amplia unidad para transformar el Perú desde las bases”, declaró Roberto Sánchez, líder de JPP, en un reciente mitin.
Perspectivas para 2026
Con Castillo como símbolo y una coalición en expansión, Juntos por el Perú busca capitalizar el descontento social y el respaldo de sectores rurales y marginados. Sin embargo, el éxito de esta alianza dependerá de su capacidad para superar las divisiones internas, articular un candidato presidencial competitivo y sortear las barreras legales y electorales en un contexto político cada vez más polarizado.