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Aldo Vásquez sobre propuesta del Congreso de destituir e inhabilitar a miembros de la JNJ: «Buscan nuestra muerte civil»

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La Subcomisión de Acusaciones Constitucionales votará hoy el informe final del congresista Esdras Medina que propone la destitución e inhabilitación por 10 años de los magistrados de la JNJ.

Aldo Vásquez, vicepresidente de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), en diálogo con RPP, se pronunció en torno al debate del informe final del congresista Esdras Medina (Unidad y Diálogo Parlamentario) -agendado para hoy en la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales- que recomienda destituir e inhabilitar por 10 años a los miembros del pleno de dicha entidad de justicia.

Como se sabe, dicho informe recoge la investigación y evaluación de medios probatorios referidos a las denuncias presentadas por el congresista Jorge Montoya (Renovación Popular) contra los 7 magistrados titulares de la JNJ, referidos al límite de edad para ejercer el cargo de miembro del pleno de la entidad que, según la denuncia, habría trasgredido Luz Tello de Ñecco.

Ante ello, Aldo Vásquez reafirmó que la JNJ no actuó de manera irregular, e indicó que con la inhabilitación que se propone en su contra se estaría buscando «su muerte civil».

«La Constitución dice que para ser miembro de la JNJ se requiere, entre otras condiciones, tener entre 45 y 75 años de edad, pero el artículo 155 de la Constitución establece con claridad que el mandato de los miembros de la JNJ es de 5 años. Para limitar un derecho, como es el de los miembros de permanecer 5 años, se requiere un mandato expreso de la norma, y no existe un mandato expreso que diga que un miembro de la JNJ vaca o cesa a los 75 años de edad», explicó.

«Es más, la Ley Orgánica de la JNJ establece hasta 37 causales para el cese o la vacancia de los miembros, y ninguna está vinculada a la edad. Es decir, la tesis que busca nuestra inhabilitación por 10 años, es decir nuestra muerte civil, la tesis que subyace es que nosotros deberíamos haber removido, vacado a la magistrada Inés Tello cuando cumplió 75 años, aun sin tener un mandato legal para poder hacerlo», añadió.

En esa línea, Vásquez consideró que, de haber destituido a la referida magistrada, ahora estarían procesados por infringir el artículo 155 de la Constitución y denunciados por abuso de autoridad.

«Si hubiéramos incurrido en tal postura, lo que habría sucedido es que estaríamos procesados penalmente por un delito, el de abuso de autoridad -en el que incurre aquel funcionario que excediendo las atribuciones que tiene, porque los miembros de la JNJ no tenemos atribuciones para remover a un miembro de la junta cuando cumple 75 años – ya estaríamos destituidos seguramente por el Congreso por incumplir el artículo 155 de la Constitución y estaríamos procesados por abuso de autoridad», precisó.

«Seguiremos defendiéndonos»
Consultado sobre una eventual aprobación de la propuesta de destitución e inhabilitación contra el pleno de la JNJ, Vásquez indicó que los magistrados seguirán defendiéndose en diferentes frentes.

«Nosotros hemos sido muy firmes en la defensa de la institucionalidad de la JNJ, este no es un tema personal, restan poco más de 10 meses para el cumplimiento de nuestro mandato constitucional, que es el 6 de enero del 2025», señaló.

«Evidentemente, nos hemos defendido en todos los escenarios como el mediático y también el parlamentario, el internacional, el judicial, el académico, y por supuesto que seguiremos haciéndolo si es que se concretara. Yo confío en que no ocurrirá, siempre he sido optimista y siempre he creído que dentro del Congreso hay fuerzas políticas y representantes que tienen muy claro que no se puede avasallar a un órgano constitucional autónomo», puntualizó.

Fuente RPP.

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Xiomara Castro denuncia golpe electoral de EE.UU. y declara que Honduras no aceptará resultados manipulados por injerencia extranjera

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Tegucigalpa, 9 diciembre 2026.– La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anunció este lunes que su país no reconocerá unas elecciones “marcadas por la manipulación, el chantaje y la abierta injerencia extranjera”, en referencia al proceso del 30 de noviembre donde, según resultados preliminares, el candidato respaldado por Donald Trump, Nasry Asfura, aparece como virtual ganador. En un mensaje a la nación, Castro afirmó que “un pueblo soberano no se arrodilla ante ninguna potencia extranjera” y adelantó que presentará denuncias formales ante la ONU, la OEA y la CELAC para exigir la anulación total del proceso.

El detonante de la crisis fue el indulto presidencial otorgado por Donald Trump al narcotraficante convicto y ex presidente Juan Orlando Hernández, apenas 48 horas antes de los comicios. Hernández, condenado en Nueva York a 45 años de cárcel por introducir más de 400 toneladas de cocaína a Estados Unidos, fue liberado y recibido como héroe por sectores del Partido Nacional, el mismo que postula a Asfura. Para el gobierno hondureño y amplios sectores populares, esta decisión constituye una intervención descarada de Washington para imponer un gobierno afín en Centroamérica, repitiendo el patrón del golpe de 2009 y el fraude de 2017.

Desde Perú, país que también ha sufrido históricas intromisiones extranjeras en sus procesos democráticos, se observa con solidaridad la resistencia del pueblo hondureño. La soberanía no es negociable: ningún país, por poderoso que sea, tiene derecho a decidir con indultos, amenazas de sanciones o manipulación de sistemas electorales quién debe gobernar a otro pueblo. Honduras hoy levanta la voz que América Latina entera necesita escuchar: la dignidad nacional no está en venta.

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Elecciones 2026: La derecha se desangra en veinte pedazos y la izquierda solo tiene tres cartas

Editor

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Lima, 9 de diciembre de 2025.- A cuatro meses de las elecciones generales del 12 de abril de 2026, el panorama político revela un quiebre inédito: la derecha conservadora y ultraderechista, históricamente dominante en segundas vueltas, aparece diluida en más de veinte fórmulas presidenciales sin opción real de unificación. Mientras tanto, la izquierda —lejos del progresismo tibio y de las socialdemocracias defensoras del modelo capitalista— se reduce a tres candidaturas definidas. Entre ellas, Juntos por el Perú (JPP), encabezada por Roberto Sánchez y respaldada por Pedro Castillo, Betsy Chávez y Margot Palacios, emerge como la única con cohesión, soporte territorial y capacidad efectiva de movilización.

Ningún candidato de derecha supera el 12,5%, y la suma dispersa de todas sus postulaciones apenas alcanza entre 25% y 30%, pese a que más de veinte listas fueron ratificadas tras las primarias del 8 de diciembre. Estas cifras golpean a un pequeño sector que pretende retener sus privilegios y que en 2021 intentó desconocer la victoria de Pedro Castillo con acusaciones de fraude nunca comprobadas, pese al intento de fabricar evidencias mediante una comisión manipulada desde el Congreso.

La supuesta unidad derechista fracasó desde el inicio. López Aliaga y Keiko Fujimori no sellaron ninguna tregua desde 2021; César Acuña marcha solo en el norte; mientras Álvarez y Forsyth disputan el mismo voto limeño de centro-derecha, López Chau y José Luna intentan aparecer como progresistas. El resultado es un voto conservador pulverizado: lo que en 2021 llegó a concentrar más del 70% en la segunda vuelta hoy se reduce a fragmentos mínimos, en un país donde el 51% permanece indeciso, en blanco o nulo, en rechazo directo al establishment y al “régimen Boluarte” y su sucesor, José Jerí Oré.

La izquierda: tres opciones y tres rutas distintas. Al margen de los progresismos de discurso y de las izquierdas de salón, funcionales al modelo capitalista neoliberal, la izquierda auténtica pone en juego tres candidaturas concretas: Perú Libre con Vladimir Cerrón, ratificado el 8 de diciembre por los delegados, prófugo, cuestionado por sus pactos tácticos con el régimen Boluarte y con el fujimorismo en el Congreso actual, con serias posibilidades de ser inhabilitado por el JNE. Venceremos, con Ronald Atencio -candidato defensor de Guillermo Bermejo y de la línea de nacionalización radical discursiva-, que venció en internas al puneño Vicente Alanoca, enfrenta fracturas internas y rechazo de sectores indígenas por denuncias de racismo y maltrato contra su contendor perdedor. Juntos por el Perú, con Roberto Sánchez Palomino, sería la única plancha con cohesión orgánica: su fórmula fue cerrada por consenso; su principal fortaleza está en el bloque castillista. Pedro Castillo encabeza la lista al Senado Nacional con el número 1, anunciado desde el penal Barbadillo; Betsy Chávez también confirmó su candidatura al Senado por JP; y la congresista Margot Palacios, una de las voces más firmes en la denuncia de la persecución política y defensora de comunidades campesinas y nativas, completa el equipo político de mayor peso.

Las encuestas nacionales le dan entre 3% y 4%, pero los estudios regionales en el sur y los Andes (Apurímac, Cusco, Puno, Ayacucho) ubican a Sánchez entre 12% y 15%, justo donde el rechazo a Dina Boluarte y al Congreso es más alto.

El escenario que la derecha teme. Con un 51% del electorado aún sin decisión, el peor escenario para la derecha es evidente: si JP capta siquiera entre el 25% y 30% del voto castigo -algo plausible con Pedro Castillo como símbolo de resistencia e indignación popular-, Roberto Sánchez podría entrar a segunda vuelta con apenas 18% a 22%, e incluso ganar en primera si la derecha mantiene su dispersión entre cinco u ocho candidatos que no bajan del 5% cada uno. Pero ya estarían copando la Cámara de Senadores del Congreso de la República, advertidos de que la derecha hizo todas las reformas para gobernar desde esa instancia.

En una segunda vuelta, el guion de 2021 podría invertirse: un candidato de izquierda, enfrentándose a cualquier fragmento derechista, tendría amplias posibilidades de triunfo, con un 60% de rechazo ciudadano al régimen actual y a la derecha que mantuvo en el poder a Dina Boluarte y José Jerí, con represión, persecución y asesinatos que siguen impunes hasta hoy. Por ello, la derecha pretendería echar mano del fraude, motivo por el cual ya estaría tomando el control de los órganos electorales del Estado.

En suma, a cuatro meses de las elecciones, la derecha conservadora y neofascista está más dividida que nunca y desgastada hasta el límite: ningún candidato supera el 12,5% y la suma de todos apenas llega a un tercio del electorado. En contraste, la izquierda real solo ofrece una opción porque posee estructura partidaria y popular, símbolo y liderazgos claros: Juntos por el Perú.

Con Roberto Sánchez y el respaldo pleno de Castillo, Chávez y Palacios, el voto de resistencia e indignación del país finalmente tiene un instrumento organizado con amplio potencial de movilización nacional.

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Suspensión judicial paraliza elecciones internas de Ahora Nación y pone en jaque candidatura de Alfonso López Chau

Redactor

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Lima, 8 de diciembre de 2025.- El Poder Judicial ordenó la suspensión provisional del proceso electoral interno del partido Ahora Nación, lo que paralizó las votaciones programadas para este domingo 7 de diciembre destinadas a elegir la plancha presidencial encabezada por Alfonso López Chau, así como a los candidatos al Senado, la Cámara de Diputados y el Parlamento Andino. La medida fue emitida por el Juzgado Civil de La Merced, en Junín, al declarar fundada una demanda de amparo presentada por los militantes Geraldine Estefany Ponce Llanos y Nilton César Meza Franco contra el Tribunal Electoral Nacional del partido. Según la resolución del juez Augusto Balbín Solís, la suspensión abarca los efectos jurídicos y fácticos del acta de sesión del 8 de octubre de 2025, que convocaba la elección de delegados y el cronograma general para las elecciones generales de 2026.

Los demandantes alegaron irregularidades graves en el procedimiento, como la falta de publicación oportuna de la convocatoria y el cronograma electoral, lo que les impidió presentar listas alternativas o formular tachas contra otras postulaciones. Además, denunciaron que el proceso no fue comunicado al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) ni a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), violando el derecho a participar, elegir y ser elegidos de los afiliados. Otro punto controvertido fue el requisito de un pago de hasta S/ 80.000 para inscribir candidaturas, calificado como discriminatorio e irregular. La resolución judicial advierte al Tribunal Electoral Nacional, presidido por Daniel Martín Plácido Matta, que se abstenga de continuar el proceso bajo apercibimiento de denuncia por desobediencia y resistencia a la autoridad, hasta la resolución del fondo del caso.

A pesar de la orden judicial, Ahora Nación procedió con la elección de delegados el 30 de noviembre y las votaciones del 7 de diciembre bajo la supervisión técnica de la ONPE, argumentando que el fallo es inaplicable y que los actos ya ejecutados no pueden ser retrotraídos. El Comité Ejecutivo Nacional del partido expresó preocupación por posibles intentos de bloquear su participación en los comicios de abril de 2026, y anunció que evaluará medidas legales posteriores. Expertos electorales consultados indican que esta suspensión podría derivar en una tacha ante el JNE, invalidando la candidatura de López Chau si se confirman las infracciones a la democracia interna, en un contexto de 37 partidos que completaron sus procesos sin mayores contratiempos.

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