El gremio de transportistas del Perú, liderado por Julio Campos, vicepresidente de la Alianza Nacional de Transportistas, ha anunciado la convocatoria de un paro nacional indefinido. La fecha de inicio será determinada…
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Paro nacional de 72 horas de los transportistas del Perú preocupa a ciudadanos

El próximo paro de transportistas, anunciado para el jueves 10 de octubre y que se extenderá por 72 horas, ha generado preocupación entre los ciudadanos de Lima y otras regiones del país debido al impacto que podría tener en la movilidad y el abastecimiento de productos.
A pesar de que algunos gremios importantes del transporte han decidido no sumarse, varios otros colectivos han confirmado su participación en la medida de protesta, que aparentemente tiene el objetivo de exigir al gobierno de turno para que toma medidas necesarias contra el crimen y extorsión que se ha visibilizado en los últimos meses, especialmente en Lima, capital de Perú.
El paro ha sido convocado principalmente por gremios de transportistas que exigen también al gobierno respuestas a sus reclamos, entre ellos la reducción del precio del combustible y la eliminación de peajes que consideran injustos.

La convocatoria viene cobrando mayor relevancia desde que el gobierno de Dina Boluarte declaró el estado de emergencia en 14 distritos de Lima y Callao, una medida que no ha arrojado los resultados esperados, pues ha habido varias víctimas mortales en el marco de esta crisis, así como la desigual atención de distritos, porque gran parte de distritos populosos están desprotegidos, los distritos «mas ricos» tiene mayor vigilancia policial.
El vicepresidente del Gremio de la Alianza Nacional de Transportistas de los buses M1 y M2, que sí participará en el paro, ha declarado que «no es justo que el propio gobierno nos diga que por defender un derecho a la vida nos pueda politizar. Nosotros no estamos defendiendo a ningún partido político, estamos exigiendo que se ponga mano firme». Otros gremios, como los de taxistas, colectiveros, panaderos y mineros, también se han sumado a la huelga, aumentando la preocupación por el alcance de la protesta.
División entre los gremios de transporte
Aunque el paro cuenta con el respaldo de gremios como la Asociación de Transportistas Nacionales (Asotrani) y la Alianza Nacional de Transportistas de los buses M1 y M2, que califican las acciones del gobierno como insuficientes, otros sectores del transporte formal, representados por la Coordinadora de Transporte Urbano de Lima y Callao, han decidido no acatar la huelga.

Héctor Vargas, presidente de dicha coordinadora, ha anunciado que las empresas formales de transporte seguirán operando con normalidad, argumentando que las autoridades están trabajando para garantizar la seguridad ciudadana y que es necesario esperar un poco más para que muestren resultados.
Martín Ojeda, director de la Cámara Internacional de la Industria del Transporte (CIT), también ha desestimado la convocatoria al paro, señalando que ha sido promovida principalmente por colectivos ilegales. Entre los gremios que han decidido no participar están la Asociación Nacional de Integración de Transportistas (Anitra) y empresas como Los Chosicanos y Evifasa, que operan rutas clave en Lima y Callao.
Medidas de seguridad del Gobierno
Ante el anunciado paro, el Ministerio del Interior, encabezado por Juan José Santiváñez, ha anunciado que se implementará un operativo de seguridad especial para asegurar que el transporte público formal funcione sin interrupciones el 10 de octubre. Un contingente de 3,000 efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) y de las Fuerzas Armadas será desplegado en puntos estratégicos de Lima para garantizar el normal funcionamiento de las unidades de transporte y proteger tanto a conductores como a usuarios.

Consecuencias e incertidumbre
El paro de 72 horas podría tener serias repercusiones, afectando la circulación en diversas regiones del país y generando un posible desabastecimiento de productos básicos, especialmente en mercados y tiendas. En tanto, el gobierno ha reiterado su llamado al diálogo, buscando evitar que el conflicto se escale.
La incertidumbre permanece entre los ciudadanos, quienes temen que la huelga paralice actividades esenciales. Mientras tanto, algunos gremios transportistas están a la espera de los resultados que el gobierno pueda presentar a fin de mes en cuanto a la seguridad en las carreteras y otros reclamos planteados.
Fuente: Webs y redes de noticias